TERCER SEMANA DE CUARESMA: DIOS CONTUYE PUENTES
Ya que reflexionábamos en la semana pasada, sobre las noches que a veces podemos vivir algunas pueden ser espectaculares como de romance que incluso quisiéramos eternizarlas dejarlas para siempre, pero las oscuras quisiéramos pasarlas lo más rápido que se pueda, concluíamos pudiéndole al Señor nos ayude a seguir adelante; no olvidemos que también hay alguien que nos entiende sobre esos momentos de oscuridad, ella es María la madre de Jesús, ella también vivió y salió adelante ante esos momentos oscuros no dudemos en recurrir a ella y pedirle que también nos ayude a seguir adelante, a pasar por la oscuridad sin quedarnos en ella.
En esta tercera semana inspirados por por la palabra de Dios, reflexionamos que Dios construye puentes para que nosotros retornemos, Él de una forma u otra busca la reconciliación el retorno de aquellos que se han separado de Él, nunca va a construir un muro para que nos quedemos del otro lado, es rico en misericordia. Por ahí me encontré una historia, que se encuentra en un libro llamado "Los cuentos de mis homilías" de Alejandro Illescas Molina. La historia de llama el Puente: Había un par de hermanos que tenían sus granjas una al lado de la otra y que habían vivido en armonía por muchos años. Un día se pelearon. Era el primer conflicto serio que tenían en 40 años de cultivar juntos hombro a hombro, compartiendo maquinaria e intercambiando cosechas y bienes en forma amigable. El conflicto comenzó con un pequeño mal entendido y fue creciendo hasta que explotó en un intercambio de palabras amargas seguido de semanas de silencio.
Una mañana alguien llamó a la puerta de la granja del hermano mayor. Al abrirla, se encontró a un hombre con herramientas de carpintero.
- Estoy buscando trabajo -dijo el extraño-, quizás usted requiera algunas pequeñas reparaciones aquí en su granja y yo pueda hacerlas.
- Si - dijo el hermano mayor-, tengo un trabajo para usted y salio con él.
- Mire al otro lado de arroyo- le dijo al carpintero señalando en esa dirección-, ¿ve aquella granja? ahí vive un vecino, bueno, de hecho es mi hermano menor. Hasta la semana pasada había una hermosa pradera entre nosotros pero él desvió el cauce del arroyo para dividirla. Lo hizo para hacerme enfurecer, pero yo le voy a jugar una mejor. Quiero que usted construya una valla de madera, una cerca de dos metros de alto, pues no quiero volver a ver a mi hermano nunca.
El carpintero le dijo:
- Creo comprender la situación. Confíe en mí, le entregare un trabajo que lo dejará satisfecho. El hermano mayor ayudó al carpintero a reunir todos los materiales necesarios entre los desechos de la granja y se fue por el resto del día al pueblo a comprar provisiones.
El carpintero trabajo duro durante todo el día midiendo, cortando, clavando. Ya cerca del ocaso, cuando el granjero regresó, el carpintero había terminado su trabajo. El granjero quedó con los ojos y la boca completamente abiertos. En vez de cerca de dos metros que él le había encargado, había un bonito puente que unía las dos granjas a través del arroyo. Era una fina pieza de arte, con todo y barandal.
Antes de que pudiera decir nada, su vecino, el hermano menor, vino desde su granja y abrazándolo le dijo:
- Eres un gran hombre, mira que construir este hermoso puente después de lo que yo he hecho y dicho. Estaban en su reconciliación, cuando vieron que el carpintero tomaba sus herramientas para irse.
- No, espera - dijo el hermano mayor- quédate unos cuantos días. Tengo otros proyectos para ti.
- Me gustaría quedarme - dijo el carpintero-. pero tengo aun mucho puentes que construir.
De igual modo este cuaresma es para nosotros nuestro puente para poder retornar con Dios no importa lo que hayamos dicho o hecho, el construye puentes para que nos reconciliemos con Él y con nuestros hermanos.
Que el Señor sea su fuerza y su Paz
Pbro. Carlos Felipe Lozano Lara
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