SER CORTES
En mis tiempos mozos, que más o
menos fueron en la preparatoria y después cuando estuve en el seminario, tuve
que usar el camión urbano (guagua, bus, colectivo) cuidaba uno que si venía una persona mayor no
hablar cosas que pudieran incomodarlo, incluso evitábamos de muchas
maneras decir alguna majadería o una
mala palabra, incluso si venía una abuelita o abuelito, una mujer uno se
levantaba de su asiento y se los daba, cuando uno llegaba y teníamos que bajar,
primero permitía bajar a las personas
mayores o las damas. A esto lo llamamos cortesía, una cualidad o virtud que
vamos perdiendo. De hecho la palabra tiene este significado: f. Demostración o
acto con que se manifiesta atención, respeto o afecto. La cortesía surge de una
entrega auténtica y de ceder voluntariamente al otro parte de nuestro poder, de
nuestro placer y quizá de nuestra comodidad... De poco nos servirá ser las
personas más cultas y correctas si estas cualidades no nos proporcionan la
sensación de bienestar y paz que obtenemos al dar un poco de nosotros mismos.
Ella puede abarcar o se la puede traducir también en cierto modo como todo el
aspecto institucional de la vida social, las reglas existentes para el arreglo
de los vínculos sociales principales. Las fórmulas de cortesía son pequeñas
frases hechas utilizadas muy a menudo en nuestra vida diaria. Aunque son muy
variadas y algunas muy localistas o influenciadas por costumbres locales, vamos
a indicar las más utilizadas y comunes que todos solemos utilizar a diario en
nuestra vida tanto laboral, como social o familiar.
Las mismas pueden ir acompañadas
en algunos casos por gestos como una sonrisa, una leve inclinación de cabeza,
un saludo con la palma de la mano, entre otras. Las normas de cortesía son
frases que utilizamos en la conversación para expresar nuestro agradecimiento.
Buenos días, buenas noches, buenas tardes, gracias,
con permiso, disculpa, muy amable, pase usted, le ofrezco mi puesto, por favor,
no volverá a suceder. Son algunas de las expresiones que dan entender que somos
corteses.
Si practicas las normas de cortesía vivirás
más feliz en tu comunidad. La forma más común de saludo es estrechar las manos.
Cuando existe más confianza se saluda con un beso en la mejilla.
La cortesía como herramienta
importante en las relaciones humanas ayuda en la eficacia de la comunicación y
por ende la relación de los individuos mejorando así su calidad de vida. Las
actitudes corteses son testimonios de la consideración, respeto y aprecio por
los otros, esto no significa estar en una situación de inferioridad. A
cualquier edad el trato cortés facilita la convivencia y las buenas relaciones
entre todas las personas. Dado que nos ayuda a moldearnos a una personalidad
amable, la cortesía es parte esencial de la educación de todos, sin importar
edades, razas, clases sociales, estudios, entre otras.
Hoy necesitamos retomar algunas
frases de cortesía, pues así evitaríamos tantos malos entendidos y sería una
manera de poner en práctica de amarnos unos a otros, de respetarnos como
personas que somos.
Que el Señor sea su fuerza y su
paz.
Pbro. Carlos Felipe Lozano Lara.
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