EL SER AMADOS
La primera carta del Apóstol San Juan que nos
dice: Dios es Amor y de que nosotros
conocemos a Dios porque experimentamos su amor y nosotros podemos hacer lo
mismo en amar a nuestros hermanos. Quisiera que reflexionáramos en esta
experiencia fundamental de todo ser humano verse amado, sentirse querido. En
algunas ocasiones en nuestra vida hemos experimentado que estamos solos que
nadie puede entendernos o que quizás pocos puedan hacerlo, pero aún más nadie
nos puede ayudar y más todavía que no
podemos nosotros ni siquiera tener la osadía de pedir ayuda porque no lo
merecemos, no queremos quitar tiempo a los demás no creemos ser dignos de
atención o incluso de ser escuchados. Estas experiencia de soledad es cada día
más frecuente es como un torbellino que opaca la realidad en la que estoy y no
me deja ver claro y hace que el camino sea difícil, que sea un camino en el que
voy cargando con un historial hostil que
lo llevo toda la vida y se va haciendo
más y más pesado hasta llegar al momento de no poder más. Esta experiencia
comienza desde muy pequeño, quizás comienza desde la niñez, algo se rompió así lo dicen algunos
psicólogos, ya que unos de las principales fuentes para experimentar el amor
primario, que también me da seguridad,
es en el hogar y eso lo da: Papá. Cómo
sería un pregunta que quizás todos nos hacemos, ¿papá puede dar amor? Y
si él es la fuente principal de amor y seguridad. En varias ocasiones he
insistido en las homilías que hay que dedicar tiempo especial para los hijos
estar con ellos, dar ese tiempo como algo sagrado, como algo entre tú y él,
tiempo que se dedica especialmente para él es decirle, aún sin palabras tu
eres: Mi Hijo Amado. Porque en ese momento no hay nadie más importante que él,
ni siquiera el trabajo, los demás hermanos, ni los amigos es más ni la propia
mamá en ese momento es más importante. Estos son los tiempos que se invierten a
futuro, son los espacios que con el pasar del tiempo harán hombres seguros
firmes, dignos y fuertes en sí mismos, porque se ven importantes amados,
tomados en cuenta. Cuando leemos el texto
por ejemplo de Jeremías 31, 20 “El pueblo de Efraín es para mí un hijo
amado es el hijo que más quiero. Aún cuando lo reprendo, no dejo de acordarme
de él; mi corazón se conmueve y siento por él gran compasión. Yo el Señor lo
afirmo”. Dice John Eldredge: Cambiemos las palabras: “El pueblo de Efraín” por
nuestros nombres cualquiera que sea, ¿qué experimentamos? Me atrevería a decir
que es una sensación rara para algunos quizás nadie o muy pocas veces nos lo han
dicho que somos amados, que somos importantes. Lo que se dice de Jesús a la
hora de ser bautizado: “Mientras éste oraba, se abrió el cielo y el
Espíritu Santo bajó sobre Él en forma sensible, como de una paloma, y del cielo
llegó una voz que decía: "Tú eres mi Hijo, el predilecto; en ti me
complazco"(Lc. 3, 21-22) Es saber que su Padre esta ahí y confirma su
predilección por Él y abala su misión y
da su aprobación para comenzar. En otros evangelios dirá escúchenlo, eso es un
respaldo bastante fuerte, no esta sólo en la misión de salvar al mundo. Termino
diciendo que quizás una de las raíces de nuestros problemas actuales es que hay
muchos hombres que no han experimentado ser amados. El que roba, el que mata,
él que toma otro camino, el que tiene una atracción que lo hace diferente, el
que es diferente a todos los demás esta quizás pidiéndole a gritos a su papá
necesito saber que me quieres. Por eso papá toma tu lugar tu eres el trasmisor
de amor, de seguridad, de fortaleza de valentía. La efusión del Espíritu Santo,
es la presencia de ese Dios que es amor, lo hemos recibido en nuestro Bautismo,
le pertenezco, soy su hijo, y los que reciben la confirmación, vuelven a
experimentar esta predilección de Dios y nos dice: TE AMO. Que el Señor sea su
fuerza y su Paz
padre gracias por compartir estas palabrss con sus hijos (los feligreses)
ResponderEliminaraun que yo como madre ya no tan joven
me hace reflexionar y decidirme a dar ese paso
de dar tiempo de calidad al el estar con mis hijos y buscar un tiempo para hablarles al oido
y corazon a cada uno, como nuestro PADRE lo hace con nosotros DIOS LO SIGA BENDICIENDO
Palabras profundas que mueven el alma!!! Cuanta falta hace que el mumdo escuche palabras como estas!!! Dios le continue bendiciendo!!
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