ALELUYA
¡ALELUYA! Es un término que
escucharemos durante todo este tiempo de
Pascua, que se prolongara, por cincuenta días, es lo que llamamos cincuentena
Pascual, es un tiempo de alegría el
Señor ha Resucitado y su presencia entre nosotros se prolongara durante todo el
año litúrgico, es tiempo de volver a cosechar, de proyectar, es tiempo de
retomar lo que se ha recorrido, es tiempo de hacer nuevas todas las cosas,
podríamos decir que son las consecuencias de la Pascua. Pero antes de seguir,
me he preguntado en esta ocasión que significa la palabra Aleluya, esta es una
de las definiciones que se me hace más completa: La palabra aleluya, (←halaluiah (latín) ← הַלְּלוּיָהּ [Halləluya, Halləlûyāh] ( hebreo), '¡Alaben a
Dios! ¡Gloria al Señor!’) ? Es una
exclamación de júbilo originaria del judaísmo muy común en
esta religión y también en el cristianismo que la adoptó
para su uso litúrgico. Para la mayoría de los cristianos, esta es la palabra
más alegre para alabar al Señor. Aleluya: adaptación de la expresión hebrea
hallet-lu-Yáh, que significa “alaben [ustedes] a Yah” o “alabad a Yah”.
"Hallel" expresa a su vez no solo alabanza a, sino "loor
a", término que solo aplica a personas de altísima dignidad y en su
sentido más estricto solamente a Dios. Es una expresión que establece que solo
a Él pertenece el loor (elogio). Los hombres pueden expresarse alabanza entre
sí mismos, pero loor solo aplica a Dios por lo que "aleluya" en su
sentido más profundo traduce: "loor al único que existe en sí mismo (Yah)/
Yah: abreviación poética del nombre divino, Yahveh. Así podremos entender porque utilizamos esta
expresión, a Él es el único que le debemos honor y gloria. Pero ¿Cómo vivir la
Pascua en nuestras vidas? ¿Cómo hacerla realidad? ¿Qué pasos hay que dar? Y me
parece que estas preguntas las iremos contestando conforme van pasando cada uno
de los domingos, después de haber pasado por la cuaresma, de haber
experimentado y encontrado a ese Dios Padre misericordioso, después de
experimentar la libertad, de no vivir atados al pecado, ahora comienza nuestra
nueva vida. Dice un autor llamado Jorge A. Blanco del departamento de
audiovisuales Editorial San Pablo: “Tal vez, necesitamos despertar más nuestro deseo de verdad.
Desarrollar esa sensibilidad interior que todos tenemos para percibir, más allá
de lo visible y lo tangible, la presencia del misterio que sostiene nuestras
vidas. Ya no es posible vivir como personas que lo saben todo. No es verdad.
Todos, creyentes y no creyentes, ateos y agnósticos, caminamos por la vida
envueltos en tinieblas. Como dice Pablo de Tarso, a Dios lo buscamos “a
tientas”. Sensibilidad
es algo esencial, esto nos hará ver nuestra propia realidad y a partir de ella,
iluminada por Dios con su presencia, con su palabra, podremos hacer nuevas
todas las cosas, toda realidad por muy difícil que sea. En los mensajes de
cuaresma invitaba a que hiciéramos un examen de conciencia, dando unos pasos
sencillos, que comenzaban con la revisión de nuestra vida, para poder detectar
como es que nos alejamos, ahora será ver esa misma vida pero para ver cómo
podremos regresar. En la homilía del
domingo pasado los invitaba a soñar en grande aunque comenzáramos en pequeño y
este sería el primer paso, ¿Qué quiero lograr? ¿A dónde quiero llegar? ¿Cómo lo voy a lograr? ¿Qué pasos concretos
puedo dar? ¿Cuándo voy a comenzar?, pero agrégale, constancia, perseverancia,
paciencia, alegría, entusiasmo, fuerza. Todo esto y otras cosas, que ustedes
podrán encontrar por su cuenta, nos pueden ayudar para comenzar un nuevo
camino. En este tiempo en el ahora de nuestra vida todo puede ser nuevo, no
dudemos de Dios, Él ha logrado hacer nuevas todas las vidas de aquellos que
confiaron en Él. La muestra más palpable de ello, es todos los hombres y
mujeres que a través de la historia han llegado a los altares, los más cercanos
a nosotros: San Pedro de Jesús Maldonado Santo Chihuahuense y el tan querido Papa
Juan Pablo II que hoy será declarado Beato, hombres que no dudaron de Dios,
nosotros al igual que ellos podemos llegar al mismo lugar.
¡Feliz Pascua! ¡Aleluya!
Que el Señor sea su fuerza y su
Paz
Pbro. Carlos Felipe Lozano Lara.
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