EVANGELIZAR
Hablábamos en el boletín
parroquial anterior de evangelizar la cultura y definimos que es lo se entiende
por cultura, la pregunta lógica quizás es ¿Qué es evangelizar? En la
conferencia que impartió el Pbro. Dizan Vázquez Loya se toco el tema, el texto base
que se sigue tomando como una carta magna sobre la evangelización, es la
Evangelii nuntiandi del Papa Pablo VI, publicada el 8 de diciembre de
1975. Y es de esta exhortación
apostólica de donde vamos a tomar lo que es la definición de evangelización, a
continuación extraigo algunos fragmentos de la conferencia impartida por el
Pbro. Dizan Vázquez:
“Ninguna definición parcial y
fragmentaria refleja la realidad rica, compleja y dinámica que comporta la
evangelización, sino es en el riesgo de empobrecerla e incluso mutilarla.
Resulta imposible comprenderla si no se trata de abarcar de golpe todos sus
elementos esenciales” (EN 17) Algunos de
los conceptos fundamentales son:
·
Jesús el
primer evangelizador. Él es al mismo tiempo el mensajero y el mensaje. Es
cierto que Jesús anuncia el Reino de Dios, pero tiene su realización perfecta
en Cristo mismo. “Cristo, en cuanto evangelizador, anuncia ante todo un reino,
el reino de Dios, tan importante que, en relación a él, todo se convierte en
`en lo demás’, que es dado por añadidura. Solamente el Reino es absoluto y todo
el resto es relativo” (EN 18).
·
Reino y
salvación Son palabras claves en la evangelización de Jesucristo. El hombre
solo los puede recibir como gracia y misericordia, pero a la vez con un total
cambio interior, que el evangelio designa como metanoia, una conversión
radical, una transformación de la mente y el corazón. Cristo llevó a cabo esta
proclamación del reino de Dios mediante la palabra y por medio de innumerables
signos que provocan estupor en las muchedumbres y que al mismo tiempo las
arrastran hacia Él… (cf. EN 12)
·
Hay otro signo por el que se reconocerá la
autenticidad de su mensaje en la línea del profeta Isaías: Los pequeños y lo
pobres son evangelizados.
·
El Cristo histórico, limitado por el espacio y
el tiempo, condiciones inherentes a su encarnación es prolongado por la
comunidad que Él funda, su Iglesia a la
cual encarga continuar su propia misión, ella es fruto de la evangelización
y encargada de la evangelización.
Es aquí donde Pablo VI coloca
estas palabras tan citadas “Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y
vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para
evangelizar” (EN 14).
“Evangelizar significa para la Iglesia llevar la Buena Nueva a todos
los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro,
renovar a la misma humanidad… la finalidad de la evangelización es por
consiguiente este cambio interior y, si hubiera que resumirlo en una palabra,
lo mejor sería decir que la Iglesia evangeliza cuando, por la fuerza divina del
mensaje que proclama, trata de convertir al mismo tiempo la conciencia personal
y colectiva de los hombres, la actividad
en la
que ellos están comprometidos, su vida y ambiente concretos (EN 18).
“Se trata de alcanzar y transformar con la fuerza del Evangelio los
criterios de juicio, los valores determinantes, los puntos de interés, la
líneas de pensamiento, la fuentes inspiradoras y los modelos de vida de la
humanidad, que están en contraste con la palabra de Dios y con el designio de
salvación (EN 19).
Hay que ponernos las pilas, no
podemos quedarnos con las brazos cruzados, no se trata de condenar, sino más
bien como transformar esa realidad, seamos astutos, utilicemos los medios
necesarios, seamos creativos, hay mucho que hacer pero, hay que hacerlo con
imaginación, con nuevas formas, pero con el mismo ímpetu y valentía de los
primeros cristiano, a trabajar todos, desde la familia, hasta llegar a los
lugares donde se toman la decisiones para vivir en concordia en nuestra
sociedad. Todos tenemos algo que hacer, seamos diferentes es una buena forma de
comenzar, no seamos igual a los demás, vivamos los valores y la virtudes del
evangelio donde trabajamos, cuando conversamos, cuando nos divertimos, cuando
estamos con que no nos conocen.
Que el Señor sea su Fuerza y su
Paz
Pbro. Carlos Felipe Lozano Lara.
Comentarios
Publicar un comentario