LA ENSEÑANZA DE UN SABIO
Es muy común encontrarnos con
varios problemas de relación entre los esposos, a veces con los hermanos,
amigos o compañeros de trabajo. No sé si alguna vez nos hemos preguntado porque
nos gritamos cuando estamos enojados. Para responder a esto me encontré esta
historia, que más que verla con ternura, fijémonos en nuestro interior, que
siente, que vive, cuales son las preocupaciones más grandes. La historia así se
llama ¿Por qué la gente se grita?
Un sabio pregunto a sus alumnos
lo siguiente: ¿Por qué la gente se grita cuando está enojada? Los hombres
pensaron unos momentos: - Porque
perdemos la calma –dijo uno- por eso gritamos. Pero ¿por qué gritar cuando la
otra persona está a tu lado? – Pregunto el sabio- . ¿No es posible hablarle en
voz baja? ¿Por qué gritas a una persona cuando estás enojado?
Los hombres dieron algunas otras
respuestas pero ninguna de ellas satisfacía al sabio. Finalmente él explicó: -
Cuando dos personas están enojadas sus corazones se alejan mucho. Pero para
cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse.
Mientras más enojados estén, más
fuerte tenderá que gritar para escucharse uno a otro a través de esa gran la
distancia. Luego el sabio pregunto: -¿Qué sucede cuando dos personas se
enamoran? Ellos no se gritan sino que se hablan suavemente. ¿Por qué? Sus
corazones están muy cerca. La distancia entre ellos es muy pequeña.
El sabio continuó: - Cuando se
enamoran más aún, ¿qué sucede? No hablan, solo se susurran y se vuelven aún más
cerca en su amor. Finalmente no
necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo. Así es cuan cerca
están dos personas cuando se aman.
Luego el sabio dijo: - Cuando
discutan no dejen que sus corazones se alejen, no digan palabras que los
distancien más, llegará un día en que la distancia sea tanta que no encontrarán
más el camino de regreso.
Su servidor cuando está en un fin
de semana para esposos esto es lo que les pedimos que tengan cuidado, que
cuando surja una discusión y que vean que los tonos de voz se están alzando
mejor se retiren y se alejen hasta que se sientan más calmados para continuar
con la discusión.
Esto no se aplica solamente a los
matrimonios, creo yo que se puede aplicar a todos los momentos, a todas las
circunstancias de nuestra vida, vivimos a veces situaciones que nos pueden
desesperar y caer en el enojo nos hace incluso perder la razón. Si tan solo
habláramos muchos problemas se terminarían.
Qué el Señor sea su fuerza y su
Paz.
Pbro. Carlos Felipe Lozano Lara.
P.D. Hay un libro de Carlos
Cuauhtémoc Sánchez, que se llama “La última oportunidad” y claro que toca el
tema del enojo en un matrimonio y las garrafales consecuencias de actuar con
cordura.
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