UN CATÓLICO VOTA ASÍ
UN CATÓLICO VOTA ASÍ
1. ENSEÑANZA DE LA IGLESIA.
La Iglesia católica no tiene
partido. Como institución, la Iglesia acoge a todos los bautizados y no apoya a
ningún partido político; más aún, acepta que una misma fe puede inspirar
opciones políticas diversas.
Los files católicos pueden
afiliarse y votar libremente por el partido político y por el candidato que,
sin contradecir sus convicciones morales y religiosas, mejor responda al bien
común de los ciudadanos.
La jerarquía de la Iglesia, es
decir, los diáconos, presbíteros (sacerdotes) y Obispos, no pueden afiliarse a
ningún partido político, ni apoyar públicamente a un candidato en particular.
Es su derecho y deber proponer los principios morales que deben regir el orden
social y, en privado, votar por quien quieran.
Los files católicos están obligados
a ser coherentes con su fe en público y en privado; no pueden, por tanto, sin
traicionarse a si mismos, adherirse o votar por un candidato contrario a sus
convicciones religiosas y a sus exigencias morales.
2. POR LO TANTO UN CATÓLICO.
No puede votar por un partido o por
un candidato que estén en contra del respeto absoluto que se debe a la vida
humana desde su concepción hasta su desenlace natural, como serían los que
propician el aborto, la eutanasia o la manipulación de los embriones.
No puede votar por un partido a por
un candidato que no respete la dignidad de la persona humana, como serían lo
que defienden o promueven la prostitución, las uniones homosexuales o
lesbianas, los anticonceptivos físicos o químicos, la pornografía especialmente
la infantil, la clonación humana, el uso o tráfico de drogas, la venta
indiscriminada del alcohol, el machismo, la discriminación étnica y racial.
No puede votar por un partido o por
un candidato que no respete el derecho primario de todo hombre o mujer a
practicar, en privado o en público, individualmente o en grupo, sus creencias
religiosas; o que obstaculice de cualquier manera la enseñanza de la religión,
prohíba las manifestaciones públicas de fe o que se oponga a la instalación de
los lugares para el culto que pida la comunidad.
No pude votar por un partido o por
un candidato que se oponga o niegue e derecho inalienable de los padres de
familia a escoger el tipo de educación que, de acuerdo a sus convicciones, quieran
para sus hijos.
No puede votar por un partido o
candidato que no le garantice, con certeza mora, que utilizara honestamente los
dineros y bienes públicos; que va a cumplir lo que promete; que buscara el bien
común y no el provecho propio y de sus colaboradores.
No pude votar por un candidato o
partido que no se comprometa a promover la dignidad de la familia fundada sobre
el matrimonio monogámico entre personas de opuesto sexo; a combatir la
violencia, la drogadicción, la injusticia institucionalizada, la corrupción
pública y que no se haga propuestas creíbles en favor de los demás necesitados.
3. AL CONTRARIO UN CATÓLICO.
Debe de votar preferentemente, por
un candidato que respalde con su ejemplo las virtudes humanas y cristianas como el respeto a los demás,
el saber escuchar, el diálogo, el decir la verdad, la honestidad, la vida
morigerada, la fidelidad conyugal y el amor a su familia.
Debe de votar preferentemente, por
un candidato que demuestre con hechos su espíritu de servicio a los demás, con
especial preferencia hacia los pobres y que en todo y sobre todo defienda la
dignidad de la persona humana.
Debe de votar, preferentemente, por
un candidato que tenga las cualidades de gobierno y que garantice la vigencia
del estado de derecho mediante la aplicación de la ley, sin excepción de
personas o de cargos.
4. POR ESO UN CATÓLICO CUMPLE ASÍ LOS DIEZ MANDAMIENTOS.
a) Amar a Dios
sobre todas las cosas. El partido político o el candidato no pueden ser amados
más que Dios: Es preciso obedecer a Dios antes que a los hombres (S. Pedro:
Hechos 5,2).
b) No jurar en
nombre de Dios en vano: No se puede usar a Dios o la religión para hacer
propaganda política o para ganar votos.
c) Santificar
las fiestas. El domingo es día de guardar, de descanso y dedicado a la familia,
es día del Señor para ir a misa.
d) Honrar a tu
padre y a tu madre: El respeto a los padres está sobre el respeto de los jefes
y a los compañeros de partido.
A la mujer,
en su condición de madre, esposa, hermana e hija, se le debe sumo respeto.
e) No matar:
Están prohibidas las venganzas, “ajustes de cuentas”, muertes políticas y,
sobre todo, el matar las esperanzas de los más débiles con las políticas
económicas equivocadas o acumulando riquezas injustas.
f) No
fornicar: Está prohibido aprovecharse del puesto o de las influencias para
obtener servicios y favores sexuales de cualquier persona.
g) No robar:
Tomar o retener injustamente los bienes ajenos o los dineros públicos y
emplearlos para bien personal, es robar. El pecado de no robo no se perdona si
no se devuelve lo robado.
h) No levantar
falso testimonio ni mentir: El falso testimonio, la calumnia y los anónimos
denotan cobardía y son pecado. No hay mentiras piadosas no es verdad que en la
política se vale. Pensar así es fomentar el cinismo y el deterioro social.
i) No desear
la mujer de tu prójimo: El tener el dinero, prestigio o poder no da derecho a
repudiar a la esposa legítima y a juntarse con otra. Quien se casa con un (a)
divorciado (a) comete adulterio (Mt 5,12).
j) No codiciar
los bienes ajenos: La codicia se refiere al deseo de tener, por cualquier
medio, los bienes del prójimo o lo bienes públicos. Este Sería el caso de quien
busca un puesto político con la intención de enriquecerse y no de servir.
5. UN CATÓLICO SABE
Que, si bien, la democracia no se
agota en el proceso electoral, su fe lo compromete a colaborar en el del país
emitiendo su voto libre, secreto, personal e informado. El abstencionismo es un
pecado de omisión.
Que esta obligado a conocer los
principios morales y la doctrina de los partidos y candidatos y a no dejarse
manipular. Es pecado grave comprar o vender votos y colaborar de cualquier
manera en un fraude electoral.
Que debe de conocer su fe y formar
su conciencia de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia y de la moral
católica, y emitir su voto pensando en el bien común y no según intereses
personales o de partido.
Que si no encuentra un partido o
candidato que concuerde con sus principios religiosos y morales, debe votar,
según su juicio en conciencia, por el menos malo.
6. UN CATÓLICO DEBE TENER EN CUENTA.
Que estos principios doctrinales
son válidos para todos los católicos de cualquier parte y no tiene dedicatoria
particular, más que la que cada uno le quiera dar. Por tanto, el católico que
actúa según estos criterios, contribuye de manera sustancial al bien del país,
y nadie puede sentirse ofendido, porque se trata de la aplicación de principios
que emanan de la ley natural común a todo ser humano. La Iglesia, además, es
anterior a cualquier partido político y la fe trasciende las ideologías; en todo caso, quienes podrían
sentirse ofendidos son los católicos que pagan impuestos y son usados con
frecuencia para atacar los principios fundamentales de su fe y de la moral
católica.
Que estos principios, por ser
expresión de la ley natural y estar grabados por Dios en el corazón humano,
obligan a todos por igual. Si algunos coinciden con la moral católica y muchos
coinciden-, esto se debe a que la verdad es una y no a querer imponer un estado
católico o un gobierno confesional. Esta coincidencia con la fe católica de
ninguna manera los vuelve confesionales. Un gobernante católico gobierna, sin
renegar de su fe, no desde sus postulados religiosos sino desde los preceptos
de la ley natural centrados en la dignidad inviolable de la persona humana.
Que el querer apartar a los
católicos de la vida política por el hecho de manifestarse coherentes con su fe
es una forma de intolerancia y discriminación religiosa, violatoria de los
derechos humanos. Por tanto, un católico que vota según sus principios está
contribuyendo a la maduración de un autentico estado laico y democrático.
7. UN CATÓLICO ORA ASÍ
DIOS TODO PODEROSO Y ETERNO, EN
CUYA MANO ESTÁ
MOVER EL CORAZÓN DE LOS HOMBRES Y DEFENDER
LOS DERECHOS DE LOS
PUEBLOS, MIRA CON BONDAD A
NUESTROS GOBERNANTES, PARA QUE, CON TU AYUDA,
PROMUEVAN UNA PAZ VERDADERA, UN AUTÉNTICO
PROGRESO SOCIAL Y UNA VERDADERA
LIBERTAD
RELIGIOSA
(liturgia
del viernes santo).
Mons. Mario De Gasperin Gasperin,
Obispo emérito de Querétaro.
NOTA Esta
doctrina se encuentra principalmente en el catecismo de la Iglesia Católica, en
las encíclicas del Papa Juan Pablo II: “El Evangelio de la Vida” y “El
Esplendor de la Verdad”; además en la carta pastoral de los obispos mexicanos:
Del encuentro con Jesucristo vivo a la solidaridad con todos (25 de marzo del
2000) y responde a lo que pide la reciente Nota Doctrinal sobre algunas cuestiones
relativas al comportamiento y conducta de los católicos en la vida política de
la Congregación para la Doctrina de la Fe (24 de noviembre del 2002) También
esta de acuerdo con la declaración Universal de los Derechos del Hombre de la
Organización de las Naciones Unidas (1948)
(Publicado por Notidiócesis, 10 de Junio de 2012 págs. 16 y 17.
Que el Señor sea su fuerza y su
paz.
Pbro. Carlos Felipe Lozano Lara.
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