VIVA CRISTO REY
En un viernes en la mañana que celebraba la misa me encontré con el pasaje del 2 libro de los Macabeos en que se habla de la re-consagración del templo de Jerusalén, y en la homilía, comentaba que el pueblo tuvo que pasar el momento de la profanación de su templo, para poder llegar a lo que es la nueva vida, por su re-consagración, y lanzaba la pregunta a hasta donde sería capaz de también yo experimentar la renovación en la propia vida, personal, eclesial, social. El pueblo de Israel cuidaba del templo como si fuera la niña de sus ojos y al verlo profanado era como enterrar una estaca de muerte en su vida, todo se había perdido. Nosotros al terminar este año quizás hemos vivido en nuestra vida experiencias semejantes a lo que vivió el Pueblo de Israel en que lo más preciado que tenemos, nuestra dignidad, nuestra vida y que por algunos acontecimientos ha sido de alguna manera profanada, puede ser en lo espiritual lo humano, lo social, lo económico en el que quizás hemos experimentado...