PASCUA 2012
Ya se acerca la Nueva Alianza
realizada por Nuestro Señor Jesucristo en el sacrificio de la Cruz, al igual
que sucedió con el pueblo de Israel, podemos escuchar las palabras:” ya se acerca
la hora de nuestra redención (Lc 21,28)”, momento importante para el pueblo,
pues es la prueba de que el Señor esta cerca, a escuchado sus lamentos y gritos
por la esclavitud vivida en Egipto. En su memoria ha quedado gravado este
momento y lo ha hecho a través de una cena, la cena pascual, que es una cena familiar, que
conmemora ese momento en el que el Señor liberó a su pueblo. Nosotros viviremos nuestro
momento especial, el Señor sigue escuchando la voz y los lamentos de su Pueblo,
los sufrimientos vividos en este caminar de fe, momentos muy dolorosos,
momentos de mucha tristeza. La pascua de este año tiene un tinte muy especial,
tiene una característica difícil de borrar, es un pueblo que vive el calvario,
la muerte, la crisis y desesperación, hay muchas preguntas sin respuestas, hay
muchas cuestiones que se quedan sin resolver, hay incertidumbre hacia el
futuro, parece que no hay solución pero el Señor se hace presente en el hoy que
vivimos, vuelve hacerse escuchar, caminaremos junto con Él, podemos entender lo
que es el calvario, podremos llegar a la muerte, al sin sentido de la vida,
pero al terminar esta pascua viviremos la resurrección de nuestra vida,
viviremos el gozo de sabernos amados y transformados por Él. El momento de entrar en nuestro interior y
revisar los pasos que se han dado hacia atrás, las veces en que hemos dado la
espalda a Dios, las penitencias cuaresmales han llegado a su fin, es el tiempo
de emprender el camino a la vida, a la esperanza, el camino hacia la fe y estar
abiertos a experimentar el amor de Dios que se manifiesta año tras año, con la
entrega definitiva de nuestro Redentor.
Nos sumergiremos en la fuente de
la vida, experimentaremos paso a paso el camino que nos lleva a la salvación.
Es la hora de comenzar a contemplar, de callar, observar, meditar, ponernos de
pie. Los horizonte de la esperanza y de
los anhelos más profundos, de los sueños más deseados se comienzan a abrir, la
misma naturaleza nos enseña con sus leyes que la vida comienza de nuevo, se ha
pasado por el invierno, el secarse, el
no florecer, el estar opacos, pero llega el instante en que otra vez vuelve lo
verde, signo de vida, después vendrá el florecer.
El quinto domingo de cuaresma nos
ha puesto el objetivo de la Pascua, con lo que decíamos en el Salmo “Crea en mi
señor un corazón puro, renuévame por dentro, pidámosle que nos dé un espíritu
nuevo, para cumplir sus mandamientos. (Salmo 50)
La vida nuestra comenzara a
renovarse, comenzara la vida del hombre nuevo, todo comenzara a tener color,
todo tendrá su lugar, comenzara la
reconstrucción de corazones rotos, las almas destrozadas volverán a dar aliento de
vida, el espíritu se renovara, la vida tendrá de verdad un rumbo especifico,
Jesús iluminara nuestros pasos con su Luz, ya no andaremos en las tinieblas,
todo tiene su justo color, nada es nuevo, sólo que el Señor esta ahí y eso lo
hace más que nuevo, lo recrea todo.
Este caminar requiere de
entusiasmo, de sueños, de intensidad, de profundidad, de fe sincera; no sólo es conmoverme, sino caminar junto con, es dejarme interpelar, es no perder la
capacidad de anonadarme, de sorprenderme. De creer que Dios hace nuevas todas
las cosas, a través de la Pascua de su Hijo.
Que el Señor sea su fuerza y su
Paz.
Pbro. Carlos Felipe Lozano Lara.
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