¿TODO NOS HACE DAÑO?

En el mensaje anterior hablamos de combatir las influencias externas, los primeros que las deben de enfrentar son el mismo matrimonio, quiero compartirles esta historia, que esta tomada del libro mencionado en el mensaje anterior: FAMILIAS CONTRA CORRIENTE de David Isaacs y María Luisa Abril.

Gregorio y Marta

Gregorio y Marta llevan diez años de casados. Tienen un hijo, Daniel, que ahora tiene ocho años. Los dos vienen de familias de un nivel socio-económico bajo. Marta es profesora en una escuela. Decidió hace tiempo que quería seguir su vocación profesional y estaba dispuesta a sacrificar el tener más hijos por ese fin.

Gregorio es une ejecutivo importante, ambicioso y eficaz, que viaja mucho dedica gran parte de su tiempo al desarrollo de su trabajo. Los dos tienen una vida social muy activa.

Daniel es un chico callado listo que recibe un trato más de hermano pequeño que de hijo por parte de sus padres. Incluso en alguna ocasión les ha acompañado a una cena de amigos, participando en la primera parte de la conversación antes de acostarse en un saco de dormir, hasta que llegara la hora de volverse a casa.

Gregorio y Marta son católicos y cumplen con el precepto dominical, pero la verdad es que su fe significa mucho menos para ellos ahora que al principio de su matrimonio. Además sienten que ya no están unidos como antes. Su matrimonio ha perdido esa “magia” que tenia al principio. Discuten con una cierta frecuencia, lo cual no era frecuente antes y han acordado que ya es hora de sentarse analizar su situación y pensar en el futuro.

Siguen queriéndose y desean tener un matrimonio lleno de amor y cariño, pero se dan cuenta de que algo ha pasado que les dificulta este proceso de acercamiento. ¿Cuáles son las causas de esta situación insatisfactoria?

Al casarse tenían poco dinero. Incluso el nacimiento de Daniel supuso un serio esfuerzo económico para los dos. Aquel tiempo suponía felicidad y unidad en el esfuerzo de seguir adelante. Dependían el uno del otro para su felicidad.

Uno de los momentos que más recuerdan con más nostalgia es el domingo por la mañana cuando solían  ir a Misa juntos con Daniel y luego pasar por alguna tienda o quiosco para comprarle “chucherías” y el periódico para ellos que, luego dedicarían a leer y comentar hasta los hora de comer.

En estos dos primeros años de su matrimonio pasaban horas hablando de sus sueños, sus planes para el futuro. Pero hace mucho tiempo de eso.

Al dedicarse más a su trabajo y a lograr promocionarse se iban resolviendo su problemas económicos, hasta el punto de hoy día sus amigos piensan en ellos como un matrimonio próspero.

Tienen un estilo de vida muy cómodo, su propia casa, dos coches y dinero en el banco. Pero esta prosperidad no ha traído consigo unidad y felicidad. Ahora se dan cuenta de cómo los “ismos” han ido influyendo en sus vidas.

¿Cuáles creen ustedes que son las influencias externas que los han hecho perder el encanto, “magia” de su matrimonio? Coméntenlo con su esposo, o en familia. ¿Cuáles son las de ustedes?

La siguiente semana veremos cuáles fueron las influencias externas y veremos algunas soluciones.

                                                                                                                                             Continuara…

Que el Señor sea su Fuerza y su Paz

Pbro. Carlos Felipe Lozano Lara