EL FINAL SE ACERCA YA
El final de la cincuentena
pascual está por llegar, en la misa de los domingos como en la misa de todos
los días hemos escuchado el libro de Los Hechos de los Apóstoles, donde nos ha
narrado que para la predicación del Evangelio no hay cadenas ni fronteras que
le puedan poner límites, ya que es el Espíritu Santo quien lo impulsa, hemos
escuchado momentos sorprendentes en los que se ha visto liberados, hechos
portentosos que para ellos como para nosotros son sorprendentes. Cuando
preparaba una de las misas de entre semana leía por ahí un autor que decía que
algunos quieren sacar todo de la biblia como si todo viniera ahí, como si fuera
el único lugar donde podemos buscar la voluntad de Dios, que desgracia, pues,
seriamos como aquellos ancianos que añoran aquellos momentos, que incluso
reviven con esos recuerdos, pero que son sólo eso recuerdos que nunca más
volverán. Pero como lo hizo con los apóstoles y discípulos el Espíritu Santo nos
lleva por caminos que no puede uno imaginar. Esto es lo que le da vida a la
Iglesia, es lo que la mueve, es lo que la hace ser siempre nueva, ese impulso.
Hoy nuestros Obispos nos han invitado a que llevemos acabo lo que llamamos la
Misión permanente, debemos llevar el evangelio a aquellos lugares en los que
aún no se conocen, a las familias que aún no lo tienen, a la cultura, al arte,
a la música, a los medios de comunicación, los horizontes y las aventuras por
predicar el Evangelio se vuelven a abrir, con caminos que no sabemos hasta
donde puedan llegar. La fiesta de pentecostés no es sólo el recuerdo de que
alguna ocasión el Espíritu Santo vino sobre los apóstoles sino que nos recuerda
que hoy ese mismo Espíritu se vuelve a derramar sobre nosotros, estamos
llamados a no poner fronteras y cadenas al evangelio, sino más bien estamos
llamados a ir con valentía a predicar el Evangelio como los hicieron aquellos
primeros apóstoles. Las Jornadas Mundiales Juveniles, los encuentros Mundiales con las familias, las celebraciones
de las pascuas Juveniles, los campamentos Kairos, Jornadas Juveniles, retiros
de Evangelización, Encuentros Matrimoniales, etc. Grupos y movimientos que van
surgiendo para el bien de la Iglesia, son para saber que está viva y que sigue
llevando vida a los demás. Nosotros no podemos detener este impulso, si estamos
dentro de la Iglesia debemos dejarnos guiar por ese impulso. Los ambientes y
lugares son muchos y variados. La fiesta de pentecostés nos recuerda que el
Espíritu del Señor sigue vivo dentro de la Iglesia, nos recuerda que Dios
necesita también hoy de hombres y mujeres dispuestos a dejarse guiar por ese
mismo Espíritu, la aventura de la fe se vuelve fascinante los espacios para
predicar son otros, son distintos, hay mucha competencia, hay que ser nuevos en
los métodos y las formas, hay que ser llamativos, hay que saber entrar en el
gusto de los que nos van a ver, leer o escuchar. Los lugares de exposición son
otros o como dice por ahí un autor los nuevos areópagos son otros. No podemos
condenar, no deberíamos anatematizar, señalar los errores, tenemos más bien que
ser propositivos, hacer ver cuál es la diferencia de un hombre de fe a un
hombre que no la tiene, cual es el final de la vida de uno y de otro, cuales
son los resultados de invertir la vida en Cristo y de invertirla en algo que no
vale la pena. Cuál es la verdadera felicidad. Sobre todo hacer ver que una vida
sin lucha, no es verdadera, un vivir sin hacer ningún esfuerzo no es verdadera
vida, los momentos fáciles sin esfuerzo y sin dolor, no le dan color a la fe,
no le dan color a la Esperanza, no le dan color a la Caridad. Esos momentos no
son la verdadera vida.
El que ya tiene una forma de
vivir, el que ya ha decido por donde llevar su vida, no puede estar en la
rutina de lo mismo, cada día tiene su propio reto, cada día es distinto, ninguno
es igual. El que va a decidir por donde va a invertir la vida, tenga cuidado de
no dejarse deslumbrar, es como los acertijos a resolver, es como los
crucigramas que necesitas la palabra exacta para poder completar las otras y
así poderlo resolver, necesitas la palabra exacta, así también hoy necesitas la
decisión acertada, pues si no el crucigrama de tu vida queda incompleto.
Pero esta historia no termina con
la fiesta de Pentecostés sino que más
bien comienza la Historia. Cada día, cada mes, cada año, cada
segundo, cada minuto es una nueva historia.
¡FELIZ
PENTECOSTES!
Que el Señor sea su fuerza y su
paz.
Pbro. Carlos Felipe Lozano Lara.
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