EVANGELIZAR LA CULTURA.


Esta semana pasada tuvimos la XIV asamblea de pastoral en la que se trataron varios temas entre ellos, la misión permanente, la Iglesia esta en misión permanente y claro que la parroquia es el lugar privilegiado para llevar a acabó este llamado que hacen los obispos de América Latina. En esta asamblea tuvimos varias conferencias impartidas por diferentes sacerdotes especialistas de nuestra Arquidiócesis. Quizás en alguna ocasión han oído hablar de la evangelización, el Beato Juan Pablo II incluso hizo el llamado a renovar los esfuerzos para llevar acabó una Nueva Evangelización, nueva en sus métodos y expresiones, pero que sea integral que abarque todos los aspectos de la vida del hombre, la economía, la política, vida social, la cultura, entre otros ambientes. Hoy quisiera hablar sobre un tema que me llamó la atención en esta asamblea. Evangelizar la cultura, quizás muchos no sabemos en realidad a que es a lo que se esta refiriendo al decir que debemos evangelizar la cultura. En esta ocasión quisiera compartir una parte de este interesante tema. Voy a tratar de resaltar algunos aspectos que creo que son importantes para poder entender lo que es evangelizar la cultura. Primero definamos que es la cultura. Para el sociólogo y filósofo ingles Christopher Dawson (1890-1970) la cultura es: “La forma o estilo de la vida social de una comunidad humana que se adapta a un medio ambiente particular. Es su way of life, este es el resultado del trabajo de sucesivas generaciones y se trasmite de edad en edad e implica también cierto grado de especialización y canalización de las energías humano-sociales conforme a pautas comúnmente establecidas y aceptadas”.

La cultura se inspira en una particular visión del mundo y de la vida y se expresa en un conjunto de normas de pensamiento y de conducta comúnmente aceptadas por el respectivo grupo humano.

La cultura es, pues, una comunidad espiritual que sustenta su unidad y singularidad en un sistema de creencias y valores ético-religiosos asimilados por la vía de la tradición, el cual norma la conducta individual  y colectiva del grupo a través de las edades.

En su vertiente espiritual la cultura es como la forma interna o estructura  espiritual de un grupo humano. En su vertiente externa, la cultura consiste en una especie de patrimonio social del cual participan por igual todos los miembros del grupo.

Dicho patrimonio esta constituido por:

1.       Técnicas de expresión y comunicación (lenguaje, arte).

2.       Instituciones sociales, ritos religiosos, tradiciones y costumbres, en las que se contienen los sistemas de conocimiento y creencias y los códigos de conducta individual y social.

3.       Herramientas y técnicas para la producción de ‘satisfactores’ básicos: alimentos, vestido, vivienda…

Este patrimonio se va formando desde tiempo inmemorial y se trasmite por tradición a las nuevas generaciones, constituyendo un factor central de unidad, cohesión, identidad y continuidad social.

La organización de esta forma interna de la vida social debe efectuarse de acuerdo con ciertos principios superiores y trascendentes a la sociedad, que dirigen y sancionan el funcionamiento correcto de la misma. A estos principios Dawson los llama leyes superiores de la vida. Estas leyes   no surgen de la misma sociedad sino que están por encima de ella y el hombre los conoce a través de la experiencia religiosa.

Dawson constata que todas las civilizaciones y culturas tradicionales del mundo han estado y están vinculadas a una religión, que sanciona sus tradiciones, costumbres e instituciones, con una sola excepción: la civilización occidental moderna. Y aquí es donde entra nuestro trabajo, evangelizar la cultura, es evangelizar las costumbres desde la familia, el pensamiento y las normas de conducta y de pensamiento. (Conferencia impartida por Pbro. Dizan Vázquez Loya)  Continuara…

Que el Señor sea su fuerza y su Paz.

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