MENSAJES PARROQUIALES.

En esta sociedad que en cada día se hace más difícil subsistir, debemos darnos cuenta que necesitamos de los demás, somos interdependientes, no podemos vivir aislados de los demás como si solo nosotros existiéramos, ciertamente podemos ser independientes en nuestras decisiones, en algunos casos en la economía, en lo social o político. Pero entre los hombres hay un principio que se debe vivir y aplicar es el de la: SOLIDARIDAD. La palabra solidaridad proviene del sustantivo latín soliditas, que expresa la realidad homogénea de algo físicamente entero, unido, compacto, cuyas partes integrantes son de igual naturaleza. Se puede también definir como: determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno, ya que todos somos verdaderamente responsables de todos. La teología cristiana adoptó por primera vez el término solidaritas, aplicado a la comunidad de todos los hombres, iguales todos por ser hijos de Dios, y vinculados estrechamen...

Hace algunos días después de celebrar la misa y compartiendo los sagrados alimentos, platicaba con una hermana religiosa su experiencia en la vida consagrada. Una hermana que ya había tenido la experiencia de estar en otras tierras como misionera. La forma en cómo la platicaba me llamó la atención ya que lo hacía de una forma muy vivencial, la hermana se emocionaba con cada una de las cosas que lograron en esa experiencia, se me vino a la cabeza todas aquellas personas que consagran su vida por llevar el evangelio aquellas partes que no lo conocen, además me puso a pensar en cuál es la tarea de la Iglesia y es precisamente el ser misionera, llevar el evangelio a todas aquellas partes que no lo conocen, de instaurar el Reino de Dios, como ya lo decía en otro mensaje evangelizar es una tarea prioritaria de la Iglesia, evangelizar es: “Evangelizar significa para la Iglesia llevar la Buena Nueva a todos los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, renovar...

Volvemos a entrar en el tiempo  ordinario hemos terminado las fiestas navidad, esperamos que cada uno de ustedes haya tenido la oportunidad de pasar con sus familias, esos momentos cálidos. Volvemos a este tiempo para ir celebrando lo cotidiano de la vida, es como un reposar el tiempo fuerte, y volver a la normalidad. Es retomar  nuestro diario vivir, pero desde la perspectiva espiritual, desde la perspectiva del tiempo litúrgico, es decir de celebración, de ofrecimiento. No porque sea un tiempo ordinario es menos importante, claro que no, la vida diaria esta hecha de acontecimientos que van haciendo de la vida lo más importante, son esos momentos que nos van forjando como personas. Cada uno de esos momentos los podremos ofrecer domingo tras domingo, le ofreceremos al Señor lo vivido durante la semana. Vamos a retomar nuestro trabajo, nuestros proyectos, vamos a retomar la familia, en lo que nos desenvolvemos a diario, es momento de trabajar por hacer un mundo mejor cada...