QUINTA SEMANA DE CUARESMA
Ya estamos en la recta final de la Cuaresma, el puente de la reconciliación con Dios, con los demás y con nosotros mismos sigue en pie y los seguirá durante todo el año. Las lecturas del Domingo nos ponen en contexto de perdón para con el hermano (a) y sobre todo partiendo de nosotros mismos. Esta última semana se va a caracterizar por descubrir las implicaciones de poner el mal al descubierto, el mal necesita de la oscuridad pero cuando la luz llega el mal se pone en evidencia y pierde su fuerza, él busca las tinieblas ahí es donde crece.
En esta última semana es conveniente que inspirados por la Palabra de Dios vayamos descubriendo quién es esa luz que disipa las tinieblas. descubriendo su fuerza y su poder, porque Él es el que va a iluminar nuestra vida y disipar nuestras propias tinieblas y pondrá al descubierto y arrancará de raíz el mal que hay en nosotros. Nuestro objetivo es que lleguemos a la Pascua junto a Jesús, luchando por ser hombres y mujeres nuevos, que lleguemos a dejar a un lado esa persona oscura, solitaria, agresiva, apartada de los demás. Esa persona que reniega por lo difícil de la vida. Que lucha cada día por encontrar lo hermoso y bello de la vida, a no perder la esperanza en el hombre y la mujer de hoy en ellos hay algo de bondad, de amor, de belleza, de luz, de vida. Las lecturas de la palabra de Dios de esta última semana nos hacen ver que siendo fieles a nuestra fe, a nuestros principios, siendo perseverantes, mostrando cierta resistencia a lo que se nos quiere imponer desde fuera, que incluso en algunos momentos va contra nosotros mismos, ya sea por medio de leyes o costumbres que se quieren imponer como vanguardistas olvidando lo sagrado que es la vida; podemos salir adelante triunfantes y en algún momento poder convertir a aquel que se ha hecho propagador del mal.
No es ingenuidad el que alguna gente confíe en sus oraciones, o que en las misas pueda pedir por los que provocan el mal o que olvidan que somos hermanos y que valoran más lo material, el dinero o el poder, no no es ingenuidad es seguridad de que el que tiene la última palabra Dios, escuchará nuestros ruegos.
Estos días santos que se acercan vivámoslos desde esta perspectiva, buscando la luz, la renovación, el ánimo por ser hombres y mujeres constructores de bien, con principios y sobre todo con Fe firme y esperanza indestructible. Que ningún mal por fuerte que sea nos deje en la tinieblas, en la oscuridad de la mentira y de la destrucción. Que sea la Luz de Cristo que no conoce ocaso la que ilumine nuestra existencia, vivamos con intensidad la resurrección con mucha fuerza porque es el Señor que vuelve a la vida. Que tengan una feliz Semana Santa, una feliz Pascua y aunque estés de vacaciones date tiempo para vivir los días Santos.
Que el Señor sea su fuerza y su Paz
Pbro. Carlos Felipe Lozano Lara
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